La ansiada paz en Medio Oriente

21/Jul/2011

La Nación, Editorial

La ansiada paz en Medio Oriente

Editorial  Jueves 21 de julio de 2011
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, confirmó que en septiembre someterá a la Asamblea General de las Naciones Unidas el pedido de reconocimiento del Estado Palestino. Culminará así una activa campaña en busca del apoyo a ese paso, con el que aparentemente el proceso de paz de Medio Oriente saldría del largo estancamiento en que se encuentra.
El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, definió los pasos con los que cree que se llegará a la solución definitiva de un conflicto nacido hace 63 años, inmediatamente después de la creación del Estado de Israel por decisión de la ONU.
Primero, Obama sostiene, deberían definirse las fronteras entre ambos Estados, retornando a la situación anterior a la Guerra de los Seis Días, de 1967, con los ajustes territoriales que imponga la realidad. Enseguida deberían asegurarse la paz y la seguridad en Medio Oriente, condición indispensable para abordar los dos temas más complejos: la situación de Jerusalén y el destino de los refugiados palestinos.
Benjamin Netanyahu rechazó la propuesta por considerar imposible el regreso de los refugiados palestinos a Israel. La posibilidad de que en la Asamblea General de la ONU se imponga la propuesta palestina parece asegurada. La mayoría de los Estados miembros, entre los cuales está nuestro país, votará a favor de ella.
Cabe preguntarse si con ello se logrará impulsar el proceso de paz. La eventual decisión de la Asamblea General de considerar el Estado Palestino como Estado independiente no asegura que pueda acceder a la membresía de la organización. La Carta de la ONU exige que esa decisión sea tomada a “recomendación del Consejo de Seguridad”, lo que no ocurriría si los Estados Unidos, como es habitual, vetan esa decisión.
Eso acarrearía una nueva frustración para el pueblo palestino y conduciría a otra ola de violencia. Es necesario meditar la posición argentina para no caer en el “efecto manada”. Nuestro país debería privilegiar las negociaciones de paz y apoyar su inmediata reanudación. Es el camino más factible, al margen de las dificultades que deben superarse y de los cambios en el mundo árabe.
Si la comunidad internacional aprueba un Estado Palestino, sólo expresará su desazón por la falta de resultados. Es una decisión voluntarista que debilitará la alternativa de la negociación diplomática en lugar de privilegiarla como única opción sustentable.